Miguel Hurtado, director de compras y comercio internacional de la compañía, afirma que loscertificados de calidad originales son esenciales para asegurar la confiabilidad.
En Colombia son diversas las malas prácticas existentes respecto a las certificaciones de calidad de productos por parte de empresas comercializadoras. Algunas de estas incluyen documentación emitida por el comercializador cuando estos solo deben ser emitidos por el fabricante; la entrega de un certificado de calidad de un lote de producción diferente, a un siendo la misma referencia o marca; o certificados de fábrica que no corresponden con los productos que se están adquiriendo.
Con algunos productos que no son fácilmente identificables, vendedores inescrupulosos se valen de conseguir un certificado de un producto de mayor resistencia y precio para respaldar un material de menores propiedades; esto es común, por ejemplo, con la varilla B7 que puede confundirse con la varilla G2, las cuales tienen diferentes aplicaciones.
Otra práctica inapropiada es la compra de pocas cantidades de un producto para conseguir un certificado de calidad y así poder vender un lote de mercancía que no corresponde mezclándolo con aquellas referencias certificadas. También suelen utilizar certificados que no corresponden al producto o a la cantidad.
Es por eso que en esta edición de El Tornillero consultamos al experto de MUNDIAL DE TORNILLOS® para compartir algunas recomendaciones que le ayuden a evitar inconvenientes y garantizar la seguridad en sus proyectos, así mismo, en la imagen, compartimos un certificado de calidad y las partes que debe identificar para corroborar su autenticidad.
Miguel Hurtado, director de compras y comercio internacional de la compañía, afirma que los certificados de calidad originales son esenciales para asegurar la confiabilidad y la trazabilidad de los productos en la industria. Su correcta verificación y aplicación son fundamentales para el éxito de los proyectos y la protección de la reputación de las empresas.
Como profesionales, es responsabilidad de todos garantizar que los productos que se utilizan cumplan con los más altos estándares de calidad, una preocupación que comparte MUNDIAL DE TORNILLOS®, empresa cuyo portafolio es 100 % certificado con estándares incluso superiores a la media del mercado.
El experto explica que estos documentos son mucho más que simples papeles, representan la garantía de que un producto cumple con los estándares establecidos y ofrece un rendimiento confiable.
“La industria se rige por normas internacionales que aseguran la calidad y confiabilidad de los productos. Los certificados de calidad sirven como evidencia de que un producto ha sido fabricado cumpliendo con estas normas, lo que brinda confianza tanto a los profesionales que los utilizan como a los clientes finales”, señala.
Si bien estos estándares cubren diversos aspectos, desde la composición química hasta las propiedades mecánicas, físicas, recubrimientos y dimensionales de los productos, una de las características más importantes es su capacidad para garantizar la trazabilidad, ya que incluyen información detallada sobre el fabricante, la fecha de producción, el número de lote y otros datos relevantes que permiten verificar su autenticidad.
“Es responsabilidad de los profesionales verificar la autenticidad de los certificados de calidad. Esto implica revisar minuciosamente, en la caja del producto, que la etiqueta coincida con los detalles del documento, incluyendo la información del fabricante, los números de lote y colada, así como la marca. Además, es importante tener en cuenta la fecha de fabricación del producto, para posteriores verificaciones de trazabilidad”, advierte Hurtado.
Los certificados de calidad originales no solo benefician a los profesionales y clientes finales, sino también a la industria en su conjunto. Al garantizar la calidad y confiabilidad de los productos, contribuyen a la eficiencia y durabilidad de los proyectos, evitando costosos errores y fallos en la aplicación.
